Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Efe 6:12
El Señor mismo ha dicho “Nunca te dejaré ni te desampararé”, así que puedo decir con valentía: “El Señor es mi ayudador, no temeré”. Hebreos. 13:5-6
"Pero ahora, esfuérzate, Zorobabel"- declara el Señor- "esfuérzate tú también, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y esforzaos todos vosotros, pueblo de la tierra"- declara el Señor- "y trabajad, porque yo estoy con vosotros"- declara el Señor de los ejércitos.
Hageo 2:4
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