lunes, 17 de junio de 2013

Miqueas 7: 8

Esto podría expresar sentimientos de un hombre o de una mujer sojuzgados y oprimidos. Nuestro enemigo podría apagar nuestra lámpara por un tiempo. Pero hay una esperanza segura para nosotros en el Señor, y si estamos confiando el Él, y manteniendo firmes nuestra integridad, nuestra temporada de abatimiento y tinieblas pronto pasará.
Los insultos del enemigo son sólo momentáneos. El Señor pronto convertirá su risa en lamentación, y nuestros suspiros en cánticos.
Aunque el gran enemigo de las almas triunfe sobre nosotros por algún tiempo, como ha triunfado sobre hombres mejores que nosotros, cobremos ánimo, pues lo venceremos antes de que pase mucho tiempo. Nos levantaremos de nuestra caída, pues nuestro Dios no ha caído, y Él nos levantará. No permaneceremos en las tinieblas, aunque por un tiempo nos sentemos en medio de ellas, pues nuestro Señor es la fuente de la luz, y pronto nos proporcionará un día gozoso. No debemos desesperar, y ni siquiera dudar. Una vuelta de la rueda y entonces la parte más baja estará en la parte más alta. Ay de aquellos que se ríen ahora, pues lamentarán y llorarán cuando su jactancia sea convertida en menosprecio eterno. Pero bienaventurados son todos los santos que lloran, porque ellos serán consolados.

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