jueves, 7 de febrero de 2013

Juan 7:38




Jesús dijo que si hemos recibido de su plenitud, de nosotros brotarán ríos de agua viva que bendecirán incluso hasta lo último de la tierra.
Nosotros no tenemos nada que ver con el desbordamiento de la corriente,
Pues esta es la obra de Dios, que creáis... Juan 6:29.
Un río es victorioso en su persistencia porque vence todos los obstáculos. Durante un tiempo sigue su curso sin interrupción; luego, cuando enfrenta un obstáculo, se detiene momentáneamente, pero pronto se abre camino alrededor de él.
Un río puede desaparecer de la vista por algunos kilómetros, pero luego aparece de nuevo más ancho y más grande que antes.
Puedes ver que Dios utiliza a otros, pero a tu vida ha llegado un impedimento y parece que no eres de ninguna utilidad para Él? Entonces, continúa prestándole atención a la Fuente y Dios te llevara alrededor del obstáculo, o lo removerá.
El río del Espíritu de Dios vence todas las barreras. Nunca pongas tus ojos en el impedimento o la dificultad. Los obstáculos son indiferentes para el río, ya que éste fluye sin interrupción a través de ti, siempre que te mantengas unido a la Fuente. Nunca permitas que nada se interponga entre Jesucristo y tú, ninguna emoción ni experiencia. Nada debe alejarte de esa grande, única y soberana Fuente.
Piensa en los extensos ríos de sanidad que se están desarrollando y alimentando en nuestras almas! Dios le ha estado revelando a nuestra mente verdades maravillosas y cada una de ellas es otra evidencia del poder más amplio del río que El hará fluir a través de nosotros. Si crees en Jesús, descubrirás que Dios ha desarrollado y nutrido en ti poderosos torrentes de bendición para otros.
"El agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna", Juan 4:14
El cuadro que nuestro Señor nos presenta no es el de un simple arroyo, sino el de una fuente desbordante. Continúa llenándote y la dulzura de esta relación vital con Jesús fluirá de ti tan generosamente como te ha sido dada.
Si hayas que tu vida no está fluyendo como debiera, tú eres el culpable.
Algo está obstruyendo la corriente.
Te dijo Jesús que permanecieras en la fuente para que fueras bendecido en un nivel personal? No, sino que de ti brotarán ríos de agua viva, una vida que no se puede reprimir.
Debemos ser fuentes a través de las cuales Jesús pueda fluir como ríos de agua viva, llevando bendición a todo el mundo.
Sin embargo, algunos de nosotros somos como el mar Muerto: Siempre recibimos, pero nunca damos, porque nuestra relación con el Señor Jesús no es correcta. Con la misma seguridad con que nos llegan sus bendiciones, Él las derramará por medio de nosotros.
Sin embargo, cuando las bendiciones no salen en la misma medida que las recibimos, nuestra relación con Él es defectuosa.
 Hay algo que se interpone entre Jesucristo y tú? Algo que obstaculiza tu fe en Él? Si no hay nada, Jesús dice que de ti brotarán ríos de agua viva. No es una bendición que pasas a otros, ni tampoco una experiencia que compartes con otros, sino un río que fluye de manera continua a través de ti. Mantente unido a la Fuente, cuidando bien tu fe y tu relación con Jesucristo y habrá un continuo fluir para otras vidas, sin ninguna sequedad ni falta de vida.
Es exagerado decir que de un solo cristiano brotarán ríos? Cuando te miras a ti mismo, no los ves? Nunca te mires desde la perspectiva de quien eres tú. En la historia de la obra de Dios siempre encontrarás que Él empezó con los anónimos, los desconocidos e ignorados, pero que eran incondicionalmente fieles a Jesucristo.
Si hay ríos,…hay fruto…en tu corazón la presencia del Dios vivo, te llena de amor…cuando dices adiós a la desobediencia y hola a la obediencia….cuando dices adiós a la rebelión, entonces habrá una vida llena de fruto…
Cuál es ese fruto que se ve en una vida llena del Espíritu Santo? El apóstol Pablo claramente lo expresa en su Epístola a los Gálatas:
“El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” 5:22.
Notemos que dice “fruto,” no “frutos.” El fruto del Espíritu es en realidad uno solo: el AMOR. Puede decirse que los demás que se mencionan son manifestaciones diversas del amor.
Qué es el gozo? Es el amor feliz. Qué es la paz? Es el amor en reposo. Qué es la paciencia? Es el amor en espera. Qué es la benignidad? Es el amor actuando. Qué es la bondad? Es el amor en su forma de comportarse. Qué es la fe? Es el amor que confía.
Comparemos en I Corintios 13:4 - 7, con las manifestaciones del amor, que se encuentran en Gálatas y se verá que todo el fruto del Espíritu se haya involucrado en este amor sobrenatural.
El amor “es sufrido” paciencia.
El amor “es benigno” benignidad.
El amor “no tiene envidia” bondad.
El amor “no es jactancioso, no se envanece” mansedumbre.
El amor “no busca lo suyo, no se irrita” templanza.
El amor “se goza de la verdad” gozo.
El amor “todo lo cree, todo lo espera” fe.
Si tenemos amor, poseemos todo el fruto del Espíritu; sin amor, nada somos. “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” Romanos 5:5.
“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” Juan 7:37.
La sed es la primera condición. La plenitud del Espíritu Santo se le ofrece a quienes tienen sed espiritual, “Bienaventurados los que tienen sed de justicia, porque ellos serán saciados.” Al tener sed, reconocemos que es preciso satisfacer esa necesidad.
Beber es la segunda condición. “Ven a mí y bebe,” fue la invitación del Maestro, el Dador del agua de vida. Beber? Es sencillamente un acto de fe. Todos los dones de Dios se reciben por fe. Por fe nos es dado el perdón y la vida eterna. Por fe recibimos el don del Espíritu y poder de lo alto.
Busca beber día a día de la fuente inagotable de vida…para que de tu interior corran ríos de agua viva, y puedas vivir una vida plena en el amado Jesús.
Y lleves fruto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario