miércoles, 13 de febrero de 2013

Necesitamos que Dios sane la iglesia.

Necesitamos que Dios sane la iglesia. El avivamiento que todos deseamos que suceda en el mundo primero tiene que ocurrir en la iglesia. 
Todos los que se han quedado dormidos en los bancos y las sillas de las iglesias lo necesitan. ... los que obran solo por orgullo o vanagloria lo necesitan. ...los que están siendo controlados por espíritus de religiosidad lo necesitan. ... los que no están dispuestos a cambiar su manera de ser y de ordenar sus caminos, en santidad y de corazón lo necesitan. La iglesia necesita un avivamiento del Espíritu Santo, pero para que esto suceda el pueblo de Dios tiene que cumplir con las tres condiciones.

Primero, tenemos que humillarnos. Tenemos que dejar el orgullo y la arrogancia a un lado y humillarnos ante Dios.

Segundo tenemos que orar y buscar el rostro de Dios. Si no oramos y buscamos el rostro de Dios no estamos haciendo nada. ... orar por todos aquellos que están perdidos en el mundo. Orar pidiendo que nuestro testimonio les sirva como un faro que les guíe a Dios. Orar para que el Señor ablande esos corazones , quite durezas, les permita escuchar Su Palabra. Orar para que a los que les llevamos el mensaje de Dios se conviertan de sus malos caminos.

Tercero, tenemos que convertirnos de nuestros malos caminos y hacer la voluntad de Dios....

No hay comentarios:

Publicar un comentario