domingo, 17 de marzo de 2013

Isaías 12: 2

Porque mi fortaleza y mi canción es Jehová” 
Isaías 12: 2
Es la canción del reino una canción de amor al Rey.
Es una canción de delicia en toda Su perfección Su poder, Su belleza, Su sabiduría, Su amor... Es una canción de Verdad La verdad que nos liberta.

“Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; Andará, OH Jehová, a la luz de tu rostro. En tu nombre se alegrará todo el día, Y en tu justicia será enaltecido.” Salmos 89:15-16.

Esta canción es más que palabras convertidas en música. Es la maravillosa Palabra de Dios, la melodía de un corazón que confía, una armonía llena de amor entre Su vida y la mía. Trae un espíritu de júbilo al mirar a Jesús, mi Rey y la delicia de Su presencia.

La canción fluye del corazón del Rey de los corazones de Su pueblo, uniendo nuestros corazones en un coro interminable de alabanza.

“A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente;” Salmos 16:8-9

David conocía la fuente y fuerza de la canción en su corazón. Así como otros siervos... Cuando poderoso enemigo invadió a Judá, el Rey Josafat confió en Dios y preparó a Su pueblo para la victoria. Y “cuando empezaron a cantar y alabar, el Señor preparó una emboscada” contra las fuerzas amenazadoras y la batalla fue ganada a su favor.

En la cárcel, Pablo y Silas, “oraban y cantaban himnos de alabanza a Dios”. El soberano Gobernante del Universo escuchó. El envió un terremoto que rompió sus cadenas y abrió las puertas de la prisión.
Nada puede bloquear la victoria de Dios por nosotros, Cuando El es la canción de nuestros corazones.
Por eso El quiere llenar a todos Sus hijos con Su canción de Verdad. Se convierte en un hermoso coro, donde todos los que están unidos a El a través de la cruz cantan juntos en melodía dirigida por el Espíritu Santo.


Dejad entonces que “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.”
Colosenses 3: 16-17



Tú eres mi canción, amado Rey. Por tu vida en mi, haz mi vida una canción que te honre. Que nada en mi carne apague Tu canción en mi corazón. Pon mi vida en perfecta armonía con la tuya, y canta tus maravillosas verdades en y a través de mi, mi Señor. “Pon canción en mi boca....
HASTA MAÑANA ADORADORES!

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