domingo, 24 de marzo de 2013

Filipenses 3:18-20


Le doy mi vida al Señor y me someto a la luz del Espíritu Santo que me limpia y escudriña. Por mis fuerzas, podría tropezar y caer bajo el peso del pecado y las cargas.
Pero mi Pastor me ha liberado a través de la cruz, y El continua limpiando el polvo y el sucio de cada día.
El ha abierto mis ojos y ha llenado mi vida con Su vida, y no deseo ser parte de las nieblas que ciegan y las lujurias que cautivan.... por muy atractivo que todo parezca...saco mi mirada del mundo, de ídolos, de doctrinas de hombres... ciertamente soy de espíritu Libre!mi total y decidido compromiso es con Dios, con Jesucristo, con su Presencia....
Seria absurdo cambiar mi preciosa libertad por la cautividad del mundo.

“Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”
Filipenses 3:18-20

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