domingo, 17 de marzo de 2013

Juan 14:20


De repente nuestras circunstancias exteriores o luchas internas no encajan nuestra visión de la vida en Cristo...
Decepción, fracaso, y pérdida ...
abriendo puertas a la duda y desesperación.
Algunas veces las preguntas en nuestra mente reflejan la confusión en los corazones:
Si Jesús es mi Pastor, por qué no cuida mejor de mí? Si Dios es mi Soberano Rey, donde está Su poder para proveerme fuerza y paz? Si El es mi Padre, por qué no es más amoroso conmigo?
Por supuesto, el problema somos nosotros, no.. Dios.
Simplemente no estamos viendo visto todo lo que EL me ofrece, no aplicamos todo lo que el nos ha mostrado, enseñado, demandado...
Las vestimentas reales cuelgan en los armarios... sin uso...
Nos enfocamos en ese cuadro de relacion de amor con el Señor, vertical
Me había hecho un cuadro de relación de amor con mi Señor, tanto vertical (Su mano y corazón alcanzándome) y una amistad horizontal con El
(caminar y trabajar a su lado).
Ambos llegan a ser real y preciosos, pero no perdamos la unión más intima en la cual El y nosotros llegamos a ser uno.
“En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.” Juan 14:20.
En su manto, no solo estamos protegidos,
sino también unidos a El.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario