martes, 9 de abril de 2013

Mateo 10:27

Muchas veces el Señor nos hace pasar por experiencias disciplinarias, en medio de oscuridad, para enseñarnos a escucharle y obedecerle.
Isaías 49:2 (Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba)
Dios nos pone en “la sombra de su mano” 
Estas en las tiniebla de tu circunstancia, o en tu relación intima con Dios?
Si es así, no te muevas, si abres tu boca en medio de oscuridad, hablaras en situación inadecuada, este tiempo es tiempo solamente para escuchar...
No hables, no busques, no intentes descubrir la razón de esta oscuridad! Solo escucha y obedece...
Si hablas con otros, no escucharas lo que Dios intenta decirte, Dios te dará un mensaje precioso cuando regreses a la luz...
Se experimenta una mezcla de deleite y humillación, si solamente hubiera deleite dudemos de haberle oído...
Entonces exclamaremos cuan lento he sido para escuchar y comprender lo que Dios me ha estado diciendo! Me lo ha hablado durante semanas! Él te ha concedido el don de la humildad! Que reviste el corazón de mansedumbre y suavidad! Y una fuerza que siempre te llevará a escucharle.
Lo que os digo en tinieblas,
Decidlo en la luz; y lo que oís al oído,
Proclamadlo desde las azoteas.
Mateo 10:27

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