miércoles, 17 de abril de 2013

Mateo 8:23

Aquel que enumeró el cabello de cada persona y contó cada gorrión caído sabe de antemano lo que podemos enfrentar en estos días. 
No hay una sola cosa que nuestro bendito Salvador no sepa ...
No lo pienses dos veces...no dudes! 
Tu Padre celestial sabe acerca de todas tus necesidades personales.
El cuidara de ti. 
No importa cuanto ruja la tormenta, nuestro Señor aun estará alimentando las aves del aire, vistiendo los lirios del campo, y supliendo un océano de peces con todas sus necesidades diarias. Nuestro Padre celestial las alimenta.
Qué clase de Padre seria el si el alimentara a los perros y aves y descuidara a sus hijos? Qué clase de Dios enumeraría los cabellos en nuestra cabeza pero no sus monedas? El solo pensarlo es blasfemia!
Nuestro Señor Jesús, alimenta todo el reino animal;
y ninguna cantidad de tiempos duros detendrá su provisión: ”
No valéis vosotros mucho más que ellas? … no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?”
Mateo 8:23
Yo creo que Dios nos ha provisto con promesa muy particular para los específicos tiempos duros que se avecinan. Fue dada a Abraham y su simiente como un juramento: … del juramento que hizo a Abraham, nuestro padre, que nos había de conceder que, librados de nuestros enemigos, sin temor lo serviríamos en santidad y en justicia delante de él todos nuestros días.” Lucas 1:73. Dios ha jurado librarnos de cada enemigo y cosa temerosa, para que podamos servirle todos los días sin temor.

Amado, el hambre es un enemigo. Desnudez y pobreza son enemigos. Este juramento de Dios debe ser el fundamento de nuestra confianza en cada crisis, calamidad y tiempo de temor. Permite que sea tu argumento en todo tiempo junto al trono de gracia.

No temas, yo soy tu escudo,
“Te mostrare y te bendeciré.”

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