lunes, 29 de abril de 2013

Oseas 10 :12

“Sembrad para vosotros justicia 
y segad conforme a la misericordia. 
Abríos surcos, porque 
es tiempo de buscar a Jehová, 
hasta que venga y
haga llover justicia para vosotros”.
Oseas 10 :12
Sembrar lo correcto, los principios de Dios, las leyes espirituales que Dios nos pide que vivamos, ésa es la JUSTICIA de Dios, son los mandamientos tales como el amor, el perdón, la paciencia, etc. Y explica que la siega, es decir, la cosecha será según la misericordia de Dios, y no según merezcamos.
Cuántas veces desmayamos en nuestra jornada cuando no “vemos” que sucede lo que esperamos recibir después de asumir ciertas actitudes “correctas”? Cuántas veces desanimamos cuando pedimos perdón o nos humillamos y el otro no reacciona como esperábamos o como “debería” reaccionar?
Es porque nos hemos engañado pensando que nuestra cosecha tiene que ser en la medida de la siembra, pero en realidad, cuando sembramos la justicia, es decir, cuando escogemos andar en los principios de la Palabra de Dios y actuar correctamente, lo que sembremos no será siempre la justicia, sino que a veces, por la misericordia y gracia de Dios, como una dádiva, como un regalo, veremos los frutos maravillosos de esa siembra, sin embargo, también habrá muchos momentos, permitidos en la soberanía de Dios, en que no veremos esas respuestas para nuestras actitudes o palabras, sino que aún tendremos que tener paciencia hasta experimentar la gracia y misericordia de Dios.
la verdadera victoria, la alcanzaremos de otra manera, no solamente actuando como Dios desea que lo hagamos, sino andando por fe, porque nuestra gran prueba no es alcanzar solamente la meta de la restauración, pero sí ser aprobados como fieles, y perseverar en la fe en Dios mientras pasamos por “valle de sombra y de muerte”.
Si queremos cosechar frutos y tener una siembra abundante, entonces, por fe debemos abrir surcos, preparar la tierra, y mirar hacia el futuro creyendo que Dios hará llover sobre nosotros la lluvia que necesitamos para que la tierra florezca.
Es tiempo de preparar la tierra, tiempo de dar pasos de fe, que crees en la restauración, que crees en el poder de Dios para transformar aún las circunstancias más difíciles! Es tiempo de buscar al Señor, pues allí se encuentra la clave para una vida victoriosa! Hay que buscar al Señor, hay que doblar l rodillas y clamar, eso preparará la tierra, para esperar la lluvia abundante que caerá y nos dará los frutos que pedimos a Dios.
es tiempo de cuidar de su vida espiritual, de clamar y pedir que la lluvia de la justicia del Señor se derrame sobre tu hogar… Busque! Busque con todas sus fuerzas, busque con sed y hambre de la justicia de Dios, con fuerzas, sin desmayar, ni desistir… sin cansarse, sin querer desistir… busque al Señor, en quien hallará las fuerzas para seguir y la sabiduría para saber qué hacer en el momento oportuno…
Es tiempo de orar, tiempo de buscar, sin desmayar! La palabra nos insta, “hasta que” llueva, hasta que caiga la lluvia, no hasta que veamos una nube asomándose en el horizonte, o el cielo nublándose… NO!
Debemos buscar al Señor hasta que caiga la lluvia abundante que moje la tierra y haga las semillas de justicia florecer!

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