domingo, 19 de mayo de 2013

(2 Corintios 4:18).


Hay algo que no puede ser duplicado, esto es, la verdadera espiritualidad.
Nada que sea verdaderamente espiritual puede ser copiado. El Señor reconoce la obra de sus propias manos y no aceptará ningún duplicado hecho por el hombre de su obra divina.
Porque es imposible duplicar lo que es espiritual en verdad. Esa es obra exclusiva del Espíritu Santo. Él está constantemente obrando algo nuevo en su pueblo y no hay forma alguna de nosotros reproducir dicha obra.

Pensamos que si impartimos conocimiento de las Escrituras y principios bíblicos al pueblo, éstos se volverán espirituales. Pero el hecho es que no existe persona o institución con el poder para producir espiritualidad en alguno. Solamente el Espíritu Santo lo puede hacer.
“no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven”
(2 Corintios 4:18).
“Nadie sabe todas las cosas que enfrentamos, excepto el Espíritu Santo. Y aquí es donde la verdadera espiritualidad se manifiesta,
en el sufrimiento”.
Los que se someten a la guianza del Espíritu de Dios y enfrentan aflicciones, confiados en que el Señor está produciendo algo en ellos, emergen con una fuerte fe. Y testifican que el Espíritu les enseñó a ellos más durante el sufrimiento que cuando todo iba bien es sus vidas.

“El Espíritu Santo me da testimonio diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones”
Hechos 20:21

“Esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”
2 Corintios 4:17.
De acuerdo a Pablo, nuestras aflicciones y dificultades producen valores eternos en nosotros.
“El sufrimiento que pasamos en esta Tierra, durará ..... Pero es sólo momentáneo en comparación a la eternidad. Y ahora mismo mientras soportamos aflicciones, Dios está produciendo en nosotros una revelación de su gloria que durará para siempre”.
Amados no es declarar, “decretar” lanzar palabra.... es obediencia, es entrega real, es santidad, es sufrimiento....
Dios nos prepara ...
La Gloria postrera será mayor que la primera...
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario