viernes, 10 de mayo de 2013

Hebreos. 10:22

Tenemos nuestros 
“corazones purificados de mala conciencia” 
Hebreos. 10:22
Sólo por la fe en la sangre de Jesús pueden nuestros corazones ser limpios.
Jesús mismo ha venido a ser justicia y santificación para nosotros, porque estamos en Él 1 Cor. 1:30.
Nunca podremos ser libres de la culpa de nuestros pecados si no aceptamos el perdón y la regeneración que vienen sólo por la fe en la sangre de Jesús.
Debemos vernos como Dios nos ve, llevando puesta vestidura de justicia sin macha, vestidos con Cristo, viniendo confiadamente ante el trono de gracia en el tiempo de necesidad Galatas. 3:27; Hebreos. 4:16.
Esta es la película que debemos poner en la pantalla de nuestra mente: Soy solo polvo pero estoy fundida con gloria. Estoy vestida con vestiduras blancas de justicia por lo que Cristo ha hecho por mí. Por su gracia y poder, puedo ser justa delante de mi Dios.

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